20 Jul ¿Qué es el feng shui clásico y como nos puede ayudar?
El Feng Shui es una técnica milenaria de origen oriental procedente de la filosofía taoísta que trabaja el equilibrio energético de la persona y de su entorno. Se traduce como «viento y agua».
¿Por qué viento y agua? Para los antiguos maestros el viento y el agua tienen una gran influencia sobre el “Qi” o energía del entorno. El viento desplaza el Qi y el agua lo retiene, así nos ayuda a fluir en conexión con la naturaleza, pues todo forma parte de un conjunto.
Los antiguos maestros de Feng Shui eran grandes observadores de la naturaleza. Durante años de estudio detectaron que los ciclos del tiempo, las formas naturales y la ubicación espacial, incidían en el comportamiento y vivencias de las personas. Descubrieron que, aplicando una serie de variables en los entornos, podían modificar los patrones de vida de los habitantes. Por tanto, el Feng Shui es una herramienta que nos permite mejorar las energías de nuestros hábitats.
En cada espacio nos influyen diferentes aspectos, como sus formas, distribución, los objetos que forman parte de éste, los materiales, texturas, colores, el tipo de ambiente (si es más Yang o más Yin), las orientaciones y el entorno exterior. Influyen también las características del terreno: cómo influye la geobiología en nuestro espacio. En la actualidad, también se tienen en cuenta factores artificiales, como la contaminación electromagnética, las influencias de las ondas microondas, antenas de telefonía móvil, entre otras.
El Feng Shui Tradicional o clásico es la unión de la Escuela de la Brújula o matemática con la Escuela de la Forma. Estas dos teorías han convivido durante siglos en China y se puede considerar que son las que trabajan con más profundidad, ya que añaden el factor del paso del tiempo, considerando los espacios o edificios como organismos vivos en constate evolución.
Como todo movimiento cíclico, el Feng Shui clásico considera que nada es estático y todo está en movimiento, como afecta el paso de las estaciones, las fases lunares, las mareas y también el factor magnético terrestre. Es por ello que en un estudio de Feng Shui clásico se contemplan las fechas de construcción o reforma y la geobiología del lugar.
El Feng Shui se ha aplicado desde la arquitectura antigua y tradicional china hasta la época actual en la arquitectura contemporánea. Es así como gracias a la conexión entre oriente y occidente, se han ido adaptado los textos a nuestra cultura y podemos beneficiarnos de esta técnica milenaria que nos ayuda a mejorar tanto viviendas como negocios.
El Feng Shui es armonía y paz, te ayuda a fluir y a saber escoger el momento ideal en el momento adecuado. Por tanto, es una herramienta que nos permite mejorar las energías de nuestros espacios y a la vez mejorar a nivel personal, pues nos ayuda a reconocer aspectos que nos influyen en nuestra vida, para así ser conscientes y también poder hacer un trabajo personal. Aun así, debemos saber que todas nuestras vivencias no dependen sólo del Feng Shui.
El Feng Shui trabaja “la energía de la tierra”. Esta nos afecta una tercera parte. Pues también debemos considerar “la energía del hombre” que según los taoístas es tu actitud y como te enfrentas a las situaciones de la vida y “la energía del cielo” que nos viene dada por nuestra genética y carácter. Estas tres energías conforman “las 3 energías del hombre” y todas están interconectadas e influyen entre sí. Así pues, aplicar el Feng Shui no solo es mejorar tu hábitat, también es un camino hacia tu crecimiento personal.
El Feng Shui es la medicina del hábitat. Si cuidas de tu entorno, tu entorno cuidará de ti.